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Joaquín Andreu Esteban
Domingo, 23 de octubre 2016, 01:19
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La Cámara de Comercio sigue intentando salir de la crisis institucional en la que anda sumida tras la dimisión a principios de este mes del hasta ahora presidente, Félix Cerdán, y parte de los componentes de su junta directiva.
Con ese motivo los miembros de esta estaban convocados ayer por la mañana para la celebración de una sesión plenaria con carácter extraordinario y urgente para poder solventar el vacío de poder en esta institución centenaria y afrontar el relevo en la cúpula de la misma con la elección de un nuevo presidente. A partir de ahora coge las riendas Mario Martínez, un empresario del sector de la moda que forma parte de la entidad desde el 2008 y que dos años después entró a formar parte de la junta directiva de la misma. Martínez fue asimismo asesor de Comercio durante un año y medio de la pasada legislatura mientras CLR estuvo al cargo de este área municipal y será quien a partir de ahora intente sacar del atolladero a una Cámara que arrastra una díficil situación financiera.
A la reunión asistieron once de los quince miembros de la asamblea cameral y de la directiva, los que quedan tras la dimisión de Cerdán, sus dos vicepresidentes, el tesorero y cinco de los vocales del órgano de dirección. Los presentes optaron por aplicar algunos de los puntos del reglamento de régimen interior para sortear la constitución de una gestora designada por el Consejo de Cámaras de la Comunitat y la Conselleria de Economía, un hecho «que hubiera podido desembocar incluso a medio plazo en una absorción por parte de la Cámara de Alicante», indicaron algunos de los presentes en la reunión que no quieren ni oír esta posibilidad.
En concreto hicieron valer que los estatutos permiten esa convocaria urgente para abordar el relevo en la presidencia en caso de dimisión, cese o enfermedad de su titular o los vicepresidentes y que el plenario es soberano para efectuarlo entre los miembros que queden de la junta designando al de mayor de edad de estos, lo que ocurre en el caso de Mario Martínez, de 54 años. Ahora Martínez tendrá que presentar a otro plenario que se quiere convocar sin dilación la terna de nombres con los que conformar su equipo y cubrir las vacantes para encarar los asuntos pendientes que tiene la entidad. Para ello iniciará una ronda de contactos y saber así con quién cuenta para la nueva etapa de la Cámara «que quiere sea lo más plural posible», indicó uno de los asistentes a la convocatoria, quien precisó que su mandato puede durar un año y medio hasta que la conselleria convoque las elecciones de estas entidades.
Martínez tiene ante sí varios retos y uno de ellos es la apuesta de la Cámara por la comarcalización en la que ven una salida a la crisis y sea esta quien agrupe a otros empresarios de la Vega Baja. Acaso el más complejo, sea el intentar zanjar la deuda de 400.000 euros que tiene el Ayuntamiento por la prestación de servicios como el control de los mercados o el asesoramiento a las pymes de la costa ya que tienen presentada una reclamación administrativa al Consistorio previa a la interposición de un recurso contencioso en los juzgados.
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