Colegios e institutos deberán aplicar un protocolo a alumnos con patologías

Colegios e institutos de la Comunitat deberán aplicar este curso un protocolo diseñado por las consellerias de Sanidad y Educación para atender al alumnado con enfermedades crónicas, para saber cómo actuar ante casos de urgencias y para administrar la medicación. El protocolo se llevará a cabo en estrecha colaboración con los profesionales del centro de salud de la zona.

En el caso de que un alumno necesite medicación u otra atención sanitaria en el horario escolar, -si el médico considera que lo puede hacer una persona sin titulación sanitaria-, la familia deberá presentar la solicitud, el informe médico de la prescripción y el consentimiento informado. El director del centro, en colaboración con los docentes, deberá organizar la custodia, el acceso y la administración de los fármacos. Además, en el centro habrá un libro de registro con los datos para conocer con «claridad» las necesidades de atención de los alumnos, según explicaron ayer desde la Generalitat.

El jefe de la zona básica de salud y el director del centro educativo organizarán el protocolo, es decir, la organización y el funcionamiento de la atención y se orientará al profesorado y personal sobre cómo actuar ante una urgencia sanitaria y la administración de fármacos, para lo que se facilitará una formación. El objetivo es que todo el personal del colegio conozca los problemas sanitarios de su alumnado para actuar en caso de urgencia e iniciar el procedimiento cuando sea necesario.

Además, el protocolo recomienda la presencia de un botiquín en una zona localizada por todos los docentes, sin cerradura, y fuera del alcance de los alumnos, donde sea visible el teléfono 112 de emergencia, el del centro de salud de referencia y la dirección y teléfono del centro educativo.

El director general de Política Educativa, Jaume Fullana, y el de Asistencia Sanitaria, Rafael Sotoca, han firmado este protocolo que, según palabras de Fullana, tiene como objetivo «lograr el beneficio del alumnado para que pueda cursar sus estudios en una situación de normalidad» y conseguir «que los centros puedan contar con herramientas para saber cómo actuar».

Para Sotoca, «ayuda a facilitar la preservación de la salud de los alumnos con el apoyo de dos consellerias implicadas que abren una línea de trabajo, que es el inicio de muchas acciones en busca de la mejora de la salud de toda la ciudadanía y, sobre todo, de los más jóvenes».