Sanidad quiere alcanzar un «gran pacto» por el empleo

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, avanzó ayer en Les Corts que se trabaja en conseguir un «gran acuerdo con los sindicatos, un pacto de estabilidad en el empleo» sanitario para lograr el objetivo prioritario, que «no es otro que tener la mejor sanidad que se merecen los valencianos». Así se pronunció el jefe del Consell ante la pregunta de la portavoz del grupo popular, Isabel Bonig, sobre su valoración de la política de recursos humanos de la Conselleria de Sanidad ante las informaciones aparecidas sobre presuntos casos de enchufismo, que repasó a través de recortes de prensa.

En concreto, se refirió al «poder adivinatorio» en el nombramiento de la gerente de La Fe, Mónica Almiñana, antes de que se convocara el concurso público; la «lección de moralidad» de la vicepresidenta, Mónica Oltra, ante la posibilidad de nombrar al marido de la consellera de Sanidad, Carmen Montón, como responsable de Egevasa o el de la hija de la secretaria autonómica de Sanidad, Dolores Salas, en Fisabio, así como la apertura de diligencias por Fiscalía por contratos irregulares.

Lamentó que a fecha de hoy aún no se haya creado la comisión de seguimiento de los nombramientos en sanidad que se aprobó en Les Corts y pidió a Puig que diga si mantendrá a Montón en el cargo. Puig replicó a Bonig que no es «el mejor día para sacar recortes de prensa» y se refirió al informe de la UCO sobre el caso Taula para advertir de que «la hemeroteca es brutal».

En materia sanitaria recordó que el PP dejó un escenario de «recortes, pérdida de derechos y opacidad» con un 37,5% de temporalidad en la plantilla y nueve años sin oferta pública de empleo, en el cual el nuevo Consell trabaja en diseñar un nuevo sistema de recursos «eficiente, eficaz» y «en muchos casos superar la precariedad y el oscurantismo es una realidad».

Además, apuntó a los populares que su gestión de la sanidad valenciana se resume en «cinco consellers de Sanidad imputados y uno en Picassent», contratos bajo sospecha en el Provincial de Castellón, la privatización de departamentos de salud y la multa de la UE «por esconder facturas». El nuevo Consell, defendió, ha restringido el uso del bolsín en sanidad, que era una manera de «enchufar», que algunos critican porque «también estaban ahí» metidos, poner fin al fraccionamiento de contratos de lunes a viernes, regular los permisos por antigüedad o el derecho al permiso de lactancia para los padres, entre otras medidas.

Asimismo, recordó que se está trabajando en mesa sectorial en un nuevo decreto de selección y provisión de plazas para dar estabilidad al empleo, que estará listo y sobre el que habrá acuerdo antes de final de año.

Fisabio

Por otra parte, el gerente de la Fundación para la Investigación Biomédica y Sanitaria (Fisabio), Jacobo Martínez, mantiene en la carta que remitió al patronato y también a los trabajadores del centro de investigación que los acontecimientos que han rodeado a la contratación de la hija de Dolores Salas, secretaria autonómica de Sanidad, en la fundación han llevado a que la imagen de Fisabio «se ha visto dañada seriamente durante el último mes».

El escrito de Martínez, al que tuvo acceso este diario, llegó como respuesta al anuncio de destitución de su puesto por parte de la consellera de Sanidad, Carmen Montón, al convocar una reunión del patronato en cuyo orden del día se incluía el cese del director del centro. Finalmente una indisposición de Montón anuló el encuentro para el que todavía no se ha fijado fecha, tal como ayer confirmaron desde Sanidad.

La carta en la que el director del centro lamenta que la imagen de «Fisabio se ha visto dañada seriamente durante el último mes con este asunto» es la misma en la que señaló que la contratación de la número dos de Sanidad y miembro de Compromís «se llevó a cabo de forma previa a mi nombramiento como director de la fundación».

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