Encarcelan a un hombre y a su hijo por ocultar un alijo entre arbustos del monte en Busot

Un tribunal ha condenado a un hombre acusado de dedicarse junto a uno de sus hijos al tráfico de cocaína, además de a una tercera persona que era cliente de los procesados. La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Alicante ha impuesto penas que van desde los tres años, para este último reo, a los cinco años entre rejas por delitos contra la salud pública. Según ha quedado probado, padre e hijo ocultaban la droga entre los matorrales de un camino rural del término municipal de Busot, en la partida del Garroferal, a fin de que la autoridad policial no descubriese sus actividades ilegales.

Sin embargo, una patrulla de la Guardia Civil cazó a los narcos en uno de los trasiegos para trasladar la 'coca' en marzo de 2015, como recoge la sentencia del tribunal alicantino. Además, los magistrados contaban con la confesión del progenitor, de 48 años de edad. Pese a ello, el tribunal entiende que no se puede aplicar la atenuante de confesión tardía, y sí la agravante de reincidencia, pues actualmente cumple condena por hechos similares. Por ello, y por el valor de la droga intervenida, su castigo es el más elevado: cinco años de prisión y multa de 90.000 euros,

Su hijo, de 27 años, negó los hechos ante el tribunal y alegó que, en las fechas en las que los agentes vigilaban el escondrijo, no se encontraba en Alicante. Igualmente, el reo sostuvo que estos podrían haberse equivocado de vástago, pues él mantenía una mala relación con su padre. Los magistrados no creen la versión del implicado y le imponen cuatro años de cárcel y una multa de 60.000 euros.

Por último, el comprador, además de los tres años de prisión, deberá abonar una multa de 3.000 euros. El acusado admitió que era consumidor y su defensa solicitó una rebaja de la pena por la atenuante de drogadicción, circunstancia que la Sala considera que no concurre en este caso. Además, el hombre trató de exculpar al detenido por estos hechos, pero las explicaciones resultaron poco creíbles para los magistrados, como recoge el fallo hecho público ayer.

Los agentes llevaban tiempo siguiendo los movimientos de los sospechosos por los caminos del monte de Busot y el 17 de mayo lanzaron el operativo para detenerlos. En ese momento, el progenitor se internó, como de costumbre, en una zona de arbustos para entregarle a su hijo una bolsita que resultó contener diez gramos de cocaína de elevada pureza. Para ser precisos, de un 78,9%. En total, las autoridades sanitarias analizaron 1,1 kilogramos de la droga intervenida en el operativo llevado a cabo por la Benemérita.

A escasos cien metros del lugar donde encontraron a los acusados, los agentes descubrieron un arbusto de esparto con varias bolsas con más sustancia blanca. Una vez analizado el contenido de los envoltorios dio positivo también a la cocaína. Los investigadores se hicieron entonces con más de un kilogramo de la droga. Entretanto, las pesquisas prosiguieron con el registro del domicilio del hijo, ubicado en una urbanización de Busot, donde los agentes hallaron más 'coca', como ha resultado probado por sentencia contra la que se puede recurrir en un plazo de cinco días.