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Urgente Una avería en el avión deja tirado al Valencia
Castellano pidió 5.000 euros en efectivo a un empresario para irse de cacería

Castellano pidió 5.000 euros en efectivo a un empresario para irse de cacería

La UDEF sospecha que Avialsa gastó 100.000 euros en una joyería de Valencia en regalos para el conseller de Gobernación

A. RALLO / J. C. FERRIOL

Martes, 9 de febrero 2016, 02:36

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Era finales de 2010 cuando el exdiputado provincial Francisco Huguet se encontraba en la sede de Avialsa, la mercantil investigada por supuesto trato de favor en las adjudicaciones para la extinción de incendios de la Generalitat Valenciana. «Serafín Castellano me ha pedido 5.000 euros porque se va de cacería el fin de semana y necesita pagarla y me ha dicho que se lo pida a Huerta (dueño de Avialsa)». El interlocutor era el gerente de la empresa, Fernando Alandi, y ahora principal colaborador de la Fiscalía Anticorrupción. A continuación, este le envía un mensaje de móvil al dueño de la sociedad. Su respuesta fue esta: «Ok». El testigo recuerda que se sacaron 5.000 euros. «Huguet le llevó el dinero al despacho de Castellano en Gobernación», precisa.

Estos hechos suponen un salto cualitativo en la investigación de esta turbia historia. Ya no son sólo regalos a los que invitarían al responsable autonómico. Su actitud en este caso no sería pasiva; la actuación supone un peldaño más en la escala delictiva. De confirmarse este relato, era el propio conseller quien exigía que se le pagaran lujos. Entre ellos, los cinegéticos.

Los especialistas de la Policía Nacional han tirado del hilo de este testimonio. Efectivamente, en diciembre de ese año, consta una pernoctación en el parador de Albacete. El entonces delegado del Gobierno, Serafín Castellano, se alojó con su mujer en la habitación 132. En una estancia contigua estaba su amigo, el empresario Taroncher y su esposa. Todos desayunaron juntos.

El nexo de unión entre el empresario Vicente Huerta y Castellano era el amigo de este último, Francisco Huguet. Aparte de su puesto en la Diputación era también alcalde de Quartell. No es Alandi el único testigo que relata este episodio de los 5.000 euros. Francisco López Coro era el exjefe de personal de Avialsa. Este directivo añade algún otro detalle que claramente perjudica al principal investigado. «Todo lo pagaba Huerta, incluida la gente que invitaba el propio Castellano». A López Coro también le consta que se enviaban «baúles» al cargo público durante la Navidad.

Todo lo anterior consta en el sumario de la causa abierta contra Castellano y otros empresarios por los presuntos delitos de malversación, prevaricación, cohecho, blanqueo, falsedad documental y alteración de precio de concurso. Las actuaciones, consultadas por este diario, detallan cómo Castellano habría recibido esos obsequios a cambio de mantener la concesión a la citada firma, a pesar de que, según consta en una resolución judicial habría incumplido gravemente las condiciones de adjudicación «sin que por ello se penalizara o rescindiera el contrato por parte de la conselleria que dirigía Castellano, firmando documentos en los que aceptaba que se incluyeran aviones de peores prestaciones que los contrastados». Al parecer, se produjeron varias irregularidades (mayor periodo de contratación, cobro por servicios no prestados, incremento artificial del coste...). Además, existe otro detalle significativo: se les pagaba antes que al resto de proveedores del departamento.

El titular del juzgado número 1 de Sagunto recoge cómo en el análisis contable y fiscal de las cuentas de Avialsa T-35 se aprecia la existencia de metodologías de generación de efectivo», con lo que se buscaba «obtener una ventaja en la contratación con la Generalitat». Todas las empresas del grupo utilizaban lo que se conoce como caja única, un sistema utilizado habitualmente para actividades de blanqueo. Existía un apartado, cuenta de Caja 57, que se utilizaría para obtener líquido. Los agentes destacan lo «irracional» que resulta que se acumulen 2,7 millones de euros en este apartado, que supuestamente sería una caja de la empresa.

Cien mil euros en joyas

Aparte de las cacerías, existen más indicios que ponen en duda la ejemplaridad de Castellano. La trama también le pagó un rifle, circunstancia que él siempre ha negado. Pero los agentes sospechan de la compra de otra pieza para el exconseller, una escopeta Benelli Prevail que habría sufragado una mercantil de Avialsa. Castellano tiene dos modelos de este arma. Al margen de las cacerías y los rifles, en uno de sus informes, la UDEF cifra en el entorno de los 100.000 euros la cuantía de los regalos que se habrían adquirido en Giménez Joyeros y con los que, presuntamente, se habría obsequiado al exdelegado del Gobierno.

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