El Lucentum, infalible en casa

La LEB Plata es una Liga tan igualada que con un tercio de competición disputado tan solo separan tres victorias al primer clasificado del penúltimo. Todos los equipos luchan por entrar en el 'play off', pero tan solo unos pocos son favoritos a ascender. Para estar en ese selecto grupo hacen falta una serie de requisitos, algunos básicos, como mantenerte fuerte en tu pabellón y tener una plantilla amplia y compensada.

El Lucentum demostró ayer que cumple con esas premisas. No solo volvió a arrollar a su rival en el Centro de Tecnificación, ayer le tocó pasar por el rodillo lucentino al Tarragona, sino que lo hizo gracias en gran parte a su gran fondo de armario. Los alicantinos, que siguen invictos en su pabellón en la octava jornada, se impusieron por 74-52 al Tarragona en un partido en el que los suplentes manifestaron que el equipo de Kuko Cruza no es solamente el quinteto titular. Cualquiera de la plantilla tiene capacidad como para salir de inicio y cumplir. De los 74 puntos totales, 39 los anotaron jugadores que empezaron el partido en el banquillo. Entre ellos, la sorpresa fue Carlos Martínez.

La jovencísima promesa del Baskonia no había demostrado nada en Alicante hasta ayer, pero ayudó a despertar al equipo cuando el Tarragona se acercaba en el marcador. Terminó con 11 puntos, tres rebotes y cuatro faltas recibidas para terminar con 17 de valoración. Aunque el mejor del partido fue Edu Guillén, un jugador multiusos. Anota de tres, se mueve perfectamente en la pintura y tiene facilidad para asistir a sus compañeros. Guillén, como Martínez, comenzó el partido en el banquillo.

Los alicantinos parecen jugar a su antojo con los rivales que llegan al Centro de Tecnificación. Han ganado tres de sus cuatro partidos en casa con holgura, tan solo sufrieron en la primera jornada contra el Sammic, al que ganaron de cinco puntos. Ayer, ante el conjunto catalán, el Lucentum tardó veinte minutos en pisar el acelerador para no dar ninguna opción de remontada a su contrincante. Antes, los locales estaban demasiado fríos.

El primer cuarto sirvió más de calentamiento que el propio calentamiento. El equipo de Kuko Cruza tan solo anotó 6 de sus 16 tiros de dos, mientras que desde más allá de la línea de tres se quedó en uno de cuatro. Malos números para una escuadra que apunta alto esta temporada, pero aun así, acabaron los diez primeros minutos con ventaja en el luminoso (15-11). El Tarragona, liderado por el estadounidense Jamal Wilson y el local Ferrán Torres, parecía que iba a poner más resistencia, pero el primer cuarto no reflejó lo que fue el resto del partido.

Pasados los diez primeros minutos, en los que volvió a destacar Adrian Bowie en ataque y Kaj Sherman en defensa, Kuko Cruza decidió mover el banquillo. Kody y Guillén dieron oxígeno al juego interior, mientras que Xavi Hernández, que arrastra molestias después de sufrir una fisura en el dedo, no estuvo al nivel al que acostumbra. Por eso, el técnico lucentino decidió dar la alternativa a Luis Rueda, que con tan solo 19 años está demostrando que puede ser una pieza más del proyecto alicantino. Rueda tiene por delante al veterano Adri Fuentes y a Xavi Hernández, dos de los mejores bases de la categoría. Pero su calidad le permite entrar en el equipo poco a poco. En los más de siete minutos que estuvo ayer sobre el parqué del Centro de Tecnificación no dejó de recibir consejos de Adri Fuentes, quién mejor que el jugador más experimentado del Lucentum para enseñar al nuevo base.

A pesar de que los cambios mejoraron al equipo, un Tarragona más peleón que eficaz conseguía que los locales no ampliasen su ventaja hasta el segundo tiempo. Tras el descanso, el Lucentum decidió que era el momento de subir de marcha y sentenciar el partido. A pesar de que los visitantes dominaron el rebote, capturaron 15 ofensivos por los 9 del Lucentum, el equipo de Kuko Cruza volvió a ganar un encuentro gracias a una defensa sólida.

Los alicantinos aprovecharon una vez más la gran cantidad de recuperaciones y la velocidad de Bowie para sentenciar a la contra a su rival. También hubo tiempo para el espectáculo. El público disfrutó con los mates de Bowie y de Jon Ander Aramburu y con los tapones de Johan Kody y Kaj Sherman. El equipo se gustaba ante un Tarragona que no supo reaccionar. Así fue aumentando la ventaja local, hasta llegar al final del encuentro con la máxima (22).

El Lucentum cada vez gana con más facilidad en el Centro de Tecnificación, pero todavía le queda una asignatura pendiente: los partidos a domicilio. El domingo volverá a tener otra prueba, aunque en principio más fácil que las dos últimas. Los de Kuko Cruza viajarán hasta Getafe para enfrentarse al colista de la categoría, un equipo que hasta ayer no había ganado ningún partido.