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E. P.
Miércoles, 2 de septiembre 2015, 18:42
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El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha afirmado que el plan de gratuidad de los libros de texto que presentó este martes no es "una imposición, ni un programa cerrado" sino que se trata de "una iniciativa buena para la Comunitat y para 500.000 niños" en referencia a la inicial negativa de las diputaciones de Castellón y Alicante a participar al considerar que n se había hablado con ellas previamente y atentaba contra su autonomía.
Así lo ha señalado Puig en declaraciones a los medios tras la apertura de la Jornada Interparlamentaria del PSPV-PSOE, donde ha señalado que "si las Diputaciones tienen algunas medidas que quieren introducir, se puede hablar" y ha adelantado que se reunirá con las corporaciones provinciales.
En esta línea, Puig ha manifestado que "las Diputaciones tienen una referencia fundamental y una referencia democrática en los Ayuntamientos y lo bueno sería que atendieran lo que dicen los Ayuntamientos". "Si hay algún Ayuntamiento o alguna Diputación que se niega a participar pues lo tendrá que explicar a los ciudadanos", ha aseverado el jefe del ejecutivo valenciano.
Puig ha afirmado que "el camino para mejorar la vida de los ciudadanos es cooperar". "Lo que vamos a hacer dialogar con todas las instituciones", por ello ha subrayado de que "si no se quiere hacer partidismo no hay ningún problema", ha manifestado.
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