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Bernat Sirvent
Martes, 4 de agosto 2015, 01:09
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Una pequeña playa con sus sombrillas, sus esterillas, sus chanclas, sus neveras con botellas de agua, sus bolsas de patatas fritas y sus barajas de cartas (con permiso de los 'smartphone'), en medio del desierto sahariano con sensación térmica de cuarenta o más grados junto al patio de caballos de la plaza de toros de Alicante. Eso es lo que se puede divisar desde la madrugada del pasado sábado junto al coso taurino, lugar de celebración el próximo viernes de un concierto del popular artista malagueño Pablo Alborán.
Un total de ochenta jóvenes, en turnos perfectamente organizados para hacer más llevadera la espera de una semana (la inmensa mayoría instalaron su provisional campamento inmediatamente después del concierto del grupo El Barrio en la madrugada del domingo día 2), montan guardia con un único objetivo: ser los primeros junto al vallado de protección del escenario donde se asomará el autor de baladas de amor que se hizo famoso un día tras colgar un vídeo suyo en la popular web de Youtube.
Curiosamente, las jóvenes que más posibilidades tienen el viernes, a partir de las once de la noche, de escuchar en primera fila, muy cerquita de la estrella, los temas de sus tres álbumes son dos parejas de hermanas. Esther y Rocío, de 23 y 32 años, naturales de Alicante, y Meritxell y Sheila, de 21 y 18, naturales de San Vicente del Raspeig, llevan en la cola del coso taurino desde la misma madrugada del domingo, o sea, justo una semana antes de la actuación.
Las dos primeras están guardando su turno para acceder en primer lugar al recinto a otras dos fans de Alborán de Murcia, Raquel y Carmen. «Las conocemos por grupos de fans de otros conciertos como Madrid, Barcelona, Málaga o Elche y ellas también nos rotarán en la guardia hasta el sábado», comentan con cara de felicidad bajo un sol extremo que ayer, sin ir más lejos, dejaba mudas hasta las chicharras de las palmeras de la Plaza de España o del Panteón de los Quijano.
Vídeo en Youtube
«Desde que colgó el vídeo en Youtube ('Solamente tú' tuvo 70 millones de reproducciones) somos fans de Pablo Alborán y estos conciertos nos permiten ampliar nuestra red de amistades», comentan las cuatro muchachas. Algunas de ellas tienen que ir a trabajar su reglamentario turno horario al sol o a la pegajosa humedad de la noche. Para despejar los sudores, se refrescan en las fuentes de la plaza, junto al monumento de bronce a los toreros. «No nos bañamos porque está prohibido, porque si no también», razonan con el termómetro, ayer a las dos del mediodía, rozando los 36 grados a la sombra. Pasos de cero, Buen amor o Volver a Empezar son sus temas favoritos de primeros y último disco. Han pagado 32 euros para estar en la arena, no 28 que es el precio de la grada y, aun así, quieren tener al artista más cerca.
La alicantina Araitz también aguarda bajo su sombrilla asida a modo de paraguas y admite que «esto es mortal con este calor, pero vale la pena el esfuerzo». Podrá disfrutar de las melodías sentimentales del último álbum Terral. Carlos, de Elche, guarda el turno de cuatro personas, entre ellas su novia Natalia, una fan acérrima de Alborán. Con un estoicismo romántico digno de novela, Carlos, sentado en el suelo con la sombrilla por sombrero y leyendo en el móvil, lo tiene claro: «Estoy aquí por mi novia». Él también entrará, no obstante, a la velada mágica del viernes con su chica y otras jóvenes ilicitanas. Eso se llama amor al cuadrado.
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