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Andrés Climent y Elena García.
Un graduado de la UA viaja a Kenia para formar líderes en hábitos saludables

Un graduado de la UA viaja a Kenia para formar líderes en hábitos saludables

Andrés Climent también presta atención sanitaria básica en una clínica móvil

TONI GÁREZ

Sábado, 28 de marzo 2015, 13:07

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Andrés Climent es un enfermero graduado por la Universidad de Alicante (UA) que, con tan sólo 22 años, decidió embarcarse en un avión rumbo a Kenia y poner en marcha un proyecto para educar en hábitos y conductas saludables básicas a los líderes comunitarios de la zona.

Pretende convertirlos en agentes sanitarios que transmitan los conocimientos adquiridos a la población en general, utilizando la influencia de sus líderes para lograr que, poco a poco, se conviertan en conductas habituales.

De esta manera, Climent, que ya acumula siete meses en el país, evita la desconfianza que despiertan los extranjeros como él en estos países debido a las diferencias culturales.

El proyecto se desarrolla en el condado de Turkana, al norte del país, en el conocido como Triángulo de Ilema, una zona en disputa entre tres países fronterizos: Sudán del Sur, Etiopía y Kenia, que posee el control en la actualidad.

La iniciativa de este enfermero se enmarca en la misión humanitaria que lleva a cabo allí la Comunidad Misionera San Pablo Apóstol (MCSPA), con el patrocinio de la ONG Emalaikat.

En una entrevista concedida a Efe durante un breve regreso a nuestro país esta semana, Climent ha explicado que su trabajo allí consiste, además de prestar atención sanitaria básica en una clínica móvil, en cambiar la mentalidad de la población en el ámbito de la salud.

Entre sus consejos: ducharse al menos una vez por semana, lavarse las manos todos los días o hervir el agua antes de consumirla; una tarea que, al contrario de lo que pueda parecer, resulta bastante complicada.

"La mayoría de las veces no comprenden estas advertencias, ya que tampoco tienen una concepción de la gravedad como la nuestra; no entienden qué es estar enfermo o no hasta que no ven la muerte como una posibilidad", ha asegurado.

Por ello, Climent ha desvelado que la clave de todo su proyecto se llama Josephine, una mujer que es capaz de traducir del inglés al turkano sus recomendaciones.

"Allí un líder comunitario no es más que una persona que sabe leer y escribir, ya que la mayoría de la población es analfabeta y ha abandonado las escuelas a los seis o diez años", ha indicado.

A su aventura se unió hace tres meses Elena García, una enfermera de 26 años graduada por la Universidad de Valencia y con un máster en la UA de Emergencias Extrahospitalarias.

Ella reconoce que siente "rabia", al ver como algunos pacientes no aceptan su ayuda por miedo o desconfianza, si bien también ha destacado su satisfacción por "la respuesta positiva" de muchas otras personas, entre ellas las que se dedican también a la salud en Kenia.

El proyecto cuenta con la implicación del profesor del departamento de Enfermería Comunitaria, Medicina Preventiva y Salud Publica e Historia de la Ciencia José Ramón Martínez, quien ha incidido en que la población local "tiene que interiorizar los buenos hábitos de la mano de sus líderes".

El joven enfermero de la UA ha señalado que también intenta educar a la población en que "las cosas tienen un coste", ya que, según explica, "muchos se han acostumbrado a quedarse sentados y esperar a que las ONG les lleven comida o les proporcionen atención sanitaria".

"Por ello, muchas veces les hacemos pagar por los medicamentos, aunque siempre con algo simbólico", indica.

"Hay personas mayores que, como aquí, van a por cualquier medicamento, aunque no lo necesiten. La mala praxis replica malos comportamientos" y, por eso, "hay que formarles para que no dependan de una ONG", ha concluido.

Ambos jóvenes regresan de nuevo a Kenia para continuar con su labor durante seis meses más, tiempo en el que esperan convencer a otros "dos valientes" para que les sustituyan. Desde luego, valdrá la pena intentarlo.

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