El cardenal Amigo pide afrontar el futuro desde el respeto a la tradición

La Semana Santa de Torrevieja está ya prácticamente en la calle después de que anoche pronunciase el pregón el cardenal emérito de Sevilla, Fray Carlos Amigo Vallejo, una persona que pasará a la historia local de las procesiones por su humildad y capacidad de hacer con rapidez estas celebraciones como suyas. Como en las grandes ocasiones el Teatro Municipal se revistió de la máxima de las expectaciones, lleno por completo y ambientado de una gran sobriedad en el escenario. Sobre el mismo, además de las enseñas de cada una de las catorce cofradías de la Semana Santa torrevejense en un repostero, se situó el modelo de escayola de una de las joyas de la imaginería local, el Cristo Yacente de los hermanos Fulgencio y Rafael Blanco López, coincidiendo con el sesenta aniversario de la fundación de su cofradía.

La banda de la Unión Musical Torrevejense, dirigida por Jaime Belda, arrancó el pregón con la marcha 'Nuestra Señora de la Esperanza y de la Paz' de Ramón Torres, y también interpretó la partitura de Francisco Grau dedicada al Cristo Yacente. Tras la presentación del responsable de comunicación de la Junta Mayor, Antonio Aniorte, dirigió la palabra el presidente, Jesús Sánchez, quien destacó que la junta «está viviendo su año más importante desde su fundación», defendiendo que «se está en el momento óptimo de madurez para afrontar con éxito el cambio de estatutos». Resaltó la presencia de Monseñor Amigo, de la que dijo «es un orgullo para la ciudad de Torrevieja». El cardenal, que en todo momento se mostró cercano, tuvo bien presente que estaba en tierra de habaneras, destacando las de Ricardo Lafuente, «Es Torrevieja un espejo... Es Torrevieja un espejo donde, en los días de Semana Santa, entre arenales, sal y flores, imágenes y túnicas, músicas y adornos, se van reflejando y viviendo, en sus calles y en sus gentes, las sublimes y grandes razones de una fe auténtica y sincera». Amigo recordó los orígenes de la ciudad, alrededor de una torre vigía, recordando a sus moradores «que Dios os ha elegido para que enseñéis a vuestros hijos, a vuestra familia, la necesidad de mantenerse en el camino del Señor, practicando lo que es justo y recto». Así añadió : «Y mantened y guardar, como un bien muy preciado, todo cuanto se refiere a vuestras tradiciones, a vuestro modo de hacer y vuestra cultura, pues un pueblo que no cuida con esmero sus raíces, no puede esperar un espléndido futuro».

Tras el aplaudido pregón, el presidente de la Junta Mayor, Jesús Sánchez, impuso la máxima distinción de la Semana Santa, el Capirote de Oro, a Esther Onteniente Mateo, quien desde hace más de dos décadas está al frente de la Cofradía de la Santa Mujer Verónica. La galardonada, con la espontaneidad que le caracteriza dio las gracias emocionada, recordando a su familia y a todos los cofrades. También intervinieron tanto el consiliario de la Junta Mayor, Manuel Martínez, como el alcalde de la ciudad, Eduardo Dolón, quien mostró su satisfacción por la presencia del cardenal y felicitó a la galardonada.