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La actriz ilicitana Cristina Alcázar, de pie y caracterizada de mujer embarazada, durante la representación de la obra 'La vida resuelta'.
«Si hay algo bueno en la crisis es que servirá de limpieza para el talento»

«Si hay algo bueno en la crisis es que servirá de limpieza para el talento»

Actriz

Eneas G. Ferri

Viernes, 30 de enero 2015, 00:58

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El trabajo de Cristina Alcázar ha pasado por distintos registros y formatos, por proyectos de mayor o menor éxito, pero eso sí, sin mácula. Su trayectoria es respetada en todos los ámbitos y, además, ilicitana de nacimiento tiene una relación especial con la provincia, a la que vuelve de vez en cuando, por ocio o por vocación, allá donde la necesiten. En este caso, regresa a Alicante protagonizando una comedia que aparenta ser realmente graciosa.

  • Cuándo

  • En el Teatro Principal de Alicante, hoy a las 20.30 horas, y mañana, a las 19 horas.

  • Qué

  • 'La vida resuelta', obra de Marta Sánchez y David Olivas, dirigida por Juan Pedro Campoy. Con Cristina Alcázar, Carlos Santos, Berta Hernández, Javier Mora y Adriana Torrebejano.

  • Cómo

  • Entradas a 12, 18 y 25 euros en Instant Ticket y en las taquillas del teatro.

- Protagoniza la obra 'La vida resuelta', el primer texto firmado por Marta Sánchez y David Olivas, guionistas de la famosa serie 'Aída'. ¿Se nota el estilo de estas nuevas plumas en la dramaturgia?

- Son las mejores bazas de esta obra. Se nota mucho. Todas las series o películas se basan en el guión y aquí, también. Javier Mora dijo en una rueda de prensa que es una obra que haría reír muchísimo con cualquier elenco de actores que la hiciera. Tiene ese estilo de la gente corriente, de ofrecer una cal y una de arena, de ser todo muy natural. Se nota su firma, sí.

- ¿Y qué trata en su contenido, aparte de la forma cómica que se deduce?

- La historia pasa en una guardería, donde un grupo de personas de la generación 'in-in', como se conoce ahora a muchas personas insatisfechas e infelices, buscan una plaza para sus hijos. Pero descubren que en la exclusiva guardería sólo queda un sitio, por lo que empiezan a contar sus vidas y a competir. Hay un cuarentón separado que va con una veinteañera, un periodista en paro que ejerce de amo de casa con su mujer exitosa arquitecta y estoy yo, que hago de una embarazada. En este ambiente se va descubriendo a cada personaje.

- ¿Se trata, entonces, de una historia cercana de gente común?

- Es muy reconocible. Muy de la calle, de cosas que nos pasan o que les pasan a nuestros amigos. Es una historia que se puede tocar, que la gente se reconoce en ella y en sus personajes.

- ¿Cómo es Raquel, tu personaje?

- Raquel, así rápido, es una embarazada con sorpresa. Es una persona movida por el amor, pero lleva el amor muy mal llevado. Parece tranquila, muy teórica, así como espiritual zen, pero es así por fuera, por dentro le pasa todo lo malo, y no puedo decir más de ella.

- ¿Es algo común eso de buscar tener la vida resuelta?

- Exactamente. Mi personaje, precisamente, lo dice en el texto, que por muy mayores que nos hagamos, nunca tendremos la ida resuelta. Hay mucha verdad en eso. Antes cada persona tenía más o menos marcado un sitio establecido. Hoy se tiene un coche y se quiere uno más grande, se tiene una casa y se quiere otra en la playa o se tiene un trabajo y se busca tener el de al lado. Nos olvidamos del soy, soy feliz, y del me siento, me siento realizada, por lo material. Deberiamos ser más conscientes, generalizando, de lo que realmente importa.

- ¿Es un proyecto arriesgado producir un texto de dos noveles?

- La compañía La Ruta Teatro lleva quince años haciendo cosas, pero en los últimos años ha crecido. Hemos llevado esta obra a Madrid y Barcelona y ahora vamos de viaje, creando sello. El no conformarse y apostar está dando resultado. Los autores dijeron varias veces que estaban pensando en escribir teatro y Juan Pedro Campoy, el director, les dio el empujón. En los ensayos estaban presentes y la obra sigue creciendo. Es arriesgado, pero vale la pena.

- ¿Es más necesario el apoyo al cine y al teatro en estos tiempos de recorte cultural?

- Es necesario, pero no a los grandes, que esos lo mantienen, sino a los pequeños. En televisión sales tres o cuatro años y, si desapareces al teatro unos meses, ya nadie te reconoce. El teatro y el cine necesitan reconocimiento y, para ello, hacen falta muchas compañías y proyectos con apoyos para trabajar. Al menos, estos tiempos de crisis servirán de limpieza para el talento, porque sólo quedarán los valientes y los que se atreven a hacer cosas con calidad. Pero, eso sí, a base de sufrimiento para muchas familias que no llegan a fin de mes.

- Seguro que, pese a ser de Elche, le verán familia y amigos en Alicante. ¿Está nerviosa?

- En todas las obras, los peores días son el estreno y el día que vuelvo a Elche, que con esta obra será el próximo 27 de marzo. En Alicante también me verán, pero sé que en Elche hay más gente todavía. Siempre tengo ganas de actuar en la provincia, siempre es emotivo y hay más nervios de lo habitual.

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