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Alberto Fabra, ayer, en el Foro Nueva Economía.
Fabra se ve candidato

Fabra se ve candidato

El jefe del Consell asegura que está en «modo de espera» antes de que la próxima semana se designe al elegido. El actual inquilino del Palau cambia su discurso y compara su proyecto de «estabilidad» frente a «modelos trasnochados» de los otros partidos

José Vicente Pérez Pardo

Jueves, 29 de enero 2015, 01:54

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Alberto Fabra se presentó ayer en el Foro Nueva Economía Tribuna Mediterráneo de Valencia con un semblante tranquilo, sosegado, mucho más calmado que en los últimos meses. Como si supiera que finalmente será el elegido por el «dedo divino», en palabras de Esperanza Aguirre, para ser el candidato del PPCV al Palau de la Generalitat y no lo pudiera contar. Esa es la sensación que extrajeron ayer los asistentes a este desayuno informativo de índole económico, muchos de ellos importantes empresarios.

Mostró una tranquilidad desconocida sobre el asunto a diferencia de su actitud en los últimos meses. Aseguró «estar tranquilo porque creo en lo que estoy haciendo», a preguntas de los presentes, y añadió que «cuando Madrid decida la cuestión habrá que intensificar el trabajo, nosotros tenemos que trabajar para resolver lo que preocupa a los ciudadanos que es lo que interesa a la gente».

«Madrid» decidirá la próxima semana, tras las visitas que hagan a Valencia el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el propio presidente, Mariano Rajoy, y antes de que el comité electoral nacional se reúna el lunes 9 de febrero. Al menos, así lo esperan desde el PPCV.

Montoro acudirá este sábado a un acto con empresarios, la famosa reunión en la que el ministro intentará tranquilizar a la patronal en cuanto a inversiones y financiación. Por su parte, el presidente acudirá el jueves 5 de febrero a la factoria Ford de Almussafes, que ha habilitado un tercer turno de trabajo. Han sido dos gestos esperados por el PPCV, que se habían quejado de la ausencia de primeras figuras del Ejecutivo en la Comunitat Valenciana, y que se han mostrado definitivos para apoyar a Fabra como candidato del partido.

Aunque algunos dirigentes creen que «todavía hay opciones de cambiar», el consenso generalizado en el partido es que Fabra será el carte electoral de los populares valencianos. Parece que el jefe del Consell también lo sabe y, por eso, explicó ayer que estaba «en modo espera» antes de que se haga oficial el anuncio.

Fabra ha variado ostensiblemente su discurso. Ahora no se postula, sino que asume que «el partido tomará la decisión cuando lo considere oportuno estratégicamente y que sumisión es «continuar trabajando». Su nuevo lema es «paciencia, prudencia y perseverancia», según manifestó en un encuentro informal con periodistas (algo poco habitual en los últimos tiempos).

Y se puso el mono de trabajo. Primero, ironizó sobre Podemos afirmando que en el PPCV «no oímos el tictac porque tenemos relojes automáticos» en referencia a las palabras que Pablo Iglesias realizó en un mitin en Valencia, donde afirmó que tras la victoria de Syriza en Grecia, el PP ya escucha «tic, tac, tic, tac».

Fabra mostró «confianza» en su proyecto, por entender que es el único «que ofrece estabilidad frente a modelos trasnochados, demagógicos y extremistas que han recogido el enfado y el descontento y que lo único que buscan es decir lo que los ciudadanos quieren escuchar». Terminó con Poemos asegurando que «cuando rascamos no hay nada, un producto de laboratorio».

Frente a ellos, el jefe del Consell presentó un modelo basado en sus cifras económicas y propuestas mecánicas, definiéndose como «el presidente de la razón y no del corazón». Incidió en la importancia de mantener las estrategias, ya que «estamos en un momento en que no se puede jugar con determinados temas».

De la oposición dijo que su proyecto es «acabar con el PP» y que suenan a «demolición». Bajo este tono, Fabra alertó de que sus «adversarios» políticos proponen el fin de los conciertos educativos, la oposición al AVE y al Corredor Mediterráneo que haría perder «miles de puestos de trabajo», un sistema sanitario público directo que «es inviable» a corto plazo, «más personas con sueldo público e impuestos».

Con la advertencia de que «nadie vea un optimismo victorioso» en sus palabras, el jefe del Consell pronosticó que en este ejercicio se crearán «hasta 100.000 empleos nuevos» y que «si se mantiene la estabilidad política necesaria» se llegarán a los 250.000 en tres ejercicios.

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