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Tomás Buforn, hace un mes, con su carromato.
Adiós a medio siglo de motocarro

Adiós a medio siglo de motocarro

El dueño del último carromato de Alicante vende su vehículo al no poder pagar las multas ni la ITV

Bernat Sirvent

Lunes, 22 de diciembre 2014, 00:23

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Se acabó lo que se daba. Después de casi medio siglo de actividad en las calles de Alicante, para realizar mudanzas económicas y recogida de cartones y enseres domésticos que no se querían, el último mohicano del motocarro, Tomás Buforn Solbes, hijo del 'Niueret' de La Vila Joiosa y alicantino de adopción desde que era un niño, ha decidido cortarse la coleta. «Hubiera seguido un año más, pero ya no podía aguantar más la presión», explica a este diario el que hasta ahora había sido, en la Plaza Nueva de Alicante y otras calles del centro tradicional de la capital alicantina, un verdadero icono urbano.

Tomás Buforn se refiere a las multas de la Policía Local por diversos motivos, entre ellos por carecer de la ITV reglamentaria en su vehículo de transportes económicos. Asegura que hace escasos días, y también por parte de los agentes policiales que van en bicicleta, fue objeto de una enésima denuncia por valor de doscientos euros. «Como ya me habían avisado de que no podía circular sin la ITV pasada y no tengo los 800 euros que costaba, pues he llamado al fabricante al que compré el vehículo y se lo ha llevado a Yecla», añade Tomás Buforn Solbes. «Me han amargado la vida y ahora no me queda otra que pedir limosna para seguir adelante», se lamenta, entre sollozos, el último mohicano del motocarro en Alicante, ciudad que llegó a ver circular por sus calles hasta un centenar de este simpático utilitario (Plaza de España, Pio XII, zona de Renfe...).

Como recogió este diario en octubre, Tomás Buforn se quejaba de que desde la Concejalía de Transportes de Alicante se le conminaba a jubilarse porque el motocarro afeaba la imagen urbana. La Concejalía que dirige Juan Seva lo negó categóricamente y dijo que siempre tendría la reserva a párking en la calle Navas, junto a la Plaza Nueva, como hasta ahora.

Pero motocarro y carromatero contaban la cuenta atrás, como también reflejó este diario. Cinco denuncias con sumas que superaban los 600 euros han puesto la puntilla al utilitario grisáceo que buscaban muchos oficinas y comerciantes de la zona para deshacerse de papeles, cartones o enseres en desuso.

La Achice comprada en el año 1981 por 750.000 pesetas y motor Lombardini, que sustituyó a otro motocarro de antes de la mili, en el año 65, un modelo La Trima, duerme plácidamente la siesta en Yecla, municipio que acoge al único fabricante de este singular medio de transporte (Andrés Chinchilla). Alicante pierde lo que, en medios vecinales de la Plaza Nueva y en colectivos sociales y culturales de Alicante, se consideraba un auténtico icono urbano, que convivía perfectamente con el 'tardeo' y con el 'mañaneo'. Y Tomás Buforn Solbes, hijo del 'Niueret' de La Vila, jubilado a la fuerza con una baja prestación social y con la necesidad de echarse a la calle «para pedir limosna».

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