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Una cofrade de Santa Pola muestra el décimo premiado y, al fondo, la imagen de La Dolorosa.
La Fiscalía pide cerrar la causa por el premio de la Cofradía de la Dolorosa

La Fiscalía pide cerrar la causa por el premio de la Cofradía de la Dolorosa

El juzgado manda al banquillo a la directiva de la hermandad de Santa Pola que repartió 5 millones pese a que el Ministerio Público no ve delito en su actuación

Luis Candela

Sábado, 13 de diciembre 2014, 00:46

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El premio parece haber condenado a los cofrades de la Dolorosa de Santa Pola a una penitencia judicial que ya dura años. Un 22 de enero de 2011, la hermandad recibió la gran noticia. La Lotería Nacional dejó 5 millones de euros al número 40730, concretamente la fracción 3 de la serie 6, el asignado a la Virgen y que llevaban jugando toda la vida. Toda una alegría que rápidamente se tornó en pesar. El reparto del montante no ha hecho más que dar problemas judiciales por una acusación de apropiación indebida, delito societario e, incluso, falsedad en documento público, unos extremos que no comparte la Fiscalía.

Los 157 socios que forman parte de la Cofradía con las cuentas al día y que acreditaron el pago del décimo y la Junta Directiva deciden crear una fundación benéfica con la mitad del dinero y el resto repartírselo entre ellos. Sin embargo, pronto llegaría la denuncia de un particular agraviado por la forma en la que se dispuso el montante, del que se quedó fuera. Logró además unir a una treintena de personas más para su causa. El asunto ha acabado en juicio, pese a que el Ministerio Público no acusa y entiende que ha de archivarse, tal y como pudo saber este diario.

El juzgado de Instrucción dio por concluidas hasta en dos ocasiones las desavenencias surgidas por el reparto del primer premio de la Lotería que recayó en la Cofradía la Dolorosa de Santa Pola y lo archivó. No obstante, la Sección Séptima de la Audiencia ordenó la apertura de la causa para seguir investigando. Las diligencias practicadas llevaron al titular de Instrucción 4 a ver indicios de delito como para transformar el asunto en procedimiento abreviado en enero de este mismo año.

Ahora, el Ministerio Público debía formular escrito de acusación, pero entiende que no existe delito para ello y pide el sobreseimiento del asunto. Sostiene la Fiscalía que no existe falsedad de documentos -los denunciantes acusan de falsificar la actas- ni tampoco la apropiación indebida, por lo que interesa el archivo de las actuaciones, como argumenta en su escrito remitido al instructor.

Sin embargo, el juzgado ha mandado al banquillo de los acusados a los diez denunciados, pues la acusación particular sí formuló, como es lógico, su escrito de acusaciones. Pese a ello, la vista oral quedará como un desencuentro entre ambas partes, al quedar fuera la acusación pública. El representante del fiscal insta en su escrito a denunciantes y acusados a derivar sus desavenencias por la vía civil, pero, en ningún caso, según relata, ha lugar a responsabilidades penales.

Mientras tanto, los denunciantes reclaman una responsabilidad civil de 2,5 millones de euros, más sus correspondientes intereses, que han de salir del bolsillo de los imputados y de la Cofradía. Aun con todo, la decisión de convertir las diligencias previas en el procedimiento abreviado que ha dado lugar a la apertura de juicio se encuentra recurrida en apelación por las defensas, entre las que se encuentra el letrado Lorenzo Bonmatí. Así, la Audiencia Provincial podría echar atrás la resolución.

Lo que en su día se vislumbró como una gran oportunidad para fraguar proyectos sociales como comedores para los más necesitados o pisos de acogida, hoy queda en una disputa que «solo ha traído problemas», aseguraron ayer fuentes de la asociación de la Cofradía a este diario cuando la Audiencia mandó reabrir el proceso judicial en julio de 2013.

Mientras tanto, la cuenta de la Dolorosa sigue bloqueada. En ella hay algo más de dos millones de euros, pero no pueden tocarlos ni siquiera para hacer frente a los gastos que se genera en la agrupación de cofrades. Esta situación ha dejado a los cofrades en una tesitura complicada. Por el contrario, el juzgado de Instrucción no ha admitido la petición de embargar las cuentas de los acusados de forma cautelar.

La Administración número 1 de Lotería de la localidad marinera repartió nueve millones de euros entre sus vecinos aquel 22 de enero de 2011. Lo que nunca imaginaron los afortunados es que el premio acabaría en un vía crucis.

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