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Expertos en tiro de la base alicantina de Rabasa se entrenan en las instalaciones militares. :: t. rodríguez
Un tercio de los militares enviados de misión a Irak son de la base de Rabasa

Un tercio de los militares enviados de misión a Irak son de la base de Rabasa

Un centenar de efectivos del Mando de Operaciones Especiales (MOE) integran el contingente que instruirá al ejército iraquí para frenar al Estado Islámico

J. A. MARRAHÍ

Viernes, 31 de octubre 2014, 12:29

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La provincia de Alicante va a contribuir de manera más que notable a la lucha contra la creciente amenaza yihadista en Irak. Un tercio del contingente español que el Congreso acordó el miércoles enviar al país para frenar al Estado Islámico (EI) procede de bases valencianas, como confirmaron a este diario fuentes de Defensa.

El grueso de esos efectivos, en concreto 96, son militares del Mando de Operaciones Especiales (MOE), con sede en la base alicantina de Rabasa. Además, aunque todavía no es oficial, existen muchas posibilidades de que se movilice también personal de otras unidades con bases situadas en la Comunitat Valenciana: el Regimiento de Transmisiones (RETAC-21), con sede en Marines, y del Regimiento de Inteligencia (RINT-1), cuyas principales instalaciones están en la ciudad de Valencia.

La intención del Gobierno español es que los militares alicantinos partan a finales de noviembre con el conjunto de 300 efectivos que se desplazarán al sur de Irak. En principio, no está previsto que entren en combate directo con las fuerzas del EI, instaladas en el norte del país. La misión que se les encomienda es instruir al ejército iraquí en diferentes técnicas militares para que mejoren su capacidad de respuesta frente a la creciente expansión de los incondicionales del Estado Islámico.

En concreto, las fuerzas de los MOE aportarán a los militares iraquíes conocimiento en técnicas de asalto, operaciones especiales y desactivación de artefactos explosivos, entre otras cuestiones. Pese a permanecer en un segundo plano ante la ofensiva del IS en el país, las fuentes de Defensa no ocultan el «elevado riesgo» de la misión. La explicación es la ya conocida violencia y radicalismo que muestra el emergente grupo islamista y la incertidumbre sobre los próximos movimientos del IS en Irak.

En cualquier caso, se confía plenamente en su preparación y los militares alicantinos recibirán en los próximos días formación estratégica añadida para poder operar con los máximos niveles de seguridad en el país en conflicto. Está previsto que partan entre finales de noviembre y principios de año y permanecerán en el sur de Irak durante un mínimo de seis meses.

Con esta misión, los soldados españoles se incorporarán a las fuerzas de la coalición de 22 países que ya combaten a los extremistas del EI en territorio iraquí. Según destacó el jueves el ministro de Defensa, Pedro Morenés, los yihadista cuentan en la actualidad con más de 30.000 combatientes y su grado de preparación es elevado.

Justificó así la importancia de la nueva misión: «El Estado Islámico está considerado un grupo fuerte que, de no ser desarticulado, representa una amenaza para nosotros».

Morenés también resaltó en el Congreso que los terroristas «expanden su ideología y métodos crueles desde Asia Central al norte de África». Incluso definió al EI como «una amenaza directa contra España, contra sociedad abierta y el esfuerzo de tantos años en favor de la estabilidad».

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