Más de la mitad de las pymes alicantinas, sin asalariados

La atomización del tejido productivo, tan característica de la provincia de Alicante, volcada con una industria manufacturera y con los sectores de servicios vinculados al comercio y al turismo, se acrecienta. El autoempleo, además, es la vía de escape para los miles de parados que ha dejado el lustro largo de crisis que sufre la economía alicantina.

El último informe del CES revela que de las 127.748 empresas que hay en la provincia, 69.193 no tienen asalariados. Es decir, nada menos que el 54%. Pero es que si se mide por pymes con menos de 10 asalariados, lo que se conoce por micropymes, el 93% de las empresas alicantinas reúnen ese perfil. No solo las empresas han adelgazado sus plantillas durante la crisis, porque no deja de crecer el autoempleo, sino que los autónomos se disparan en todos los sectores (incluido el agrícola y el de construcción) como vía alternativa para el empleo. En Alicante, además, solo quedan 22 empresas con más de 500 operarios, frente a las 76 de Valencia.

Como explica el CES, según los datos estadísticos del DIRCE, de las 337.161 empresas de la Comunitat Valenciana, el 95,9% son microempresas (empresas de 0 a 10 trabajadores) y el 52,9% son empresas sin asalariados, corroborando de esta forma el claro dominio del autoempleo que se observa en la estructura jurídica empresarial valenciana.

Por ellos, los agentes sociales y la Generalitat Valenciana que conforman este órgano consultivo aprovecha para pedir un mayor apoyo a los autónomos y emprendedores. Y lo dice de una forma clara, en modo de apoyo financiero al hacer suya la queja de todas las patronales sobre la falta de flujo crediticio en la mayoría de bancos: «Dada la estructura empresarial de nuestra Comunitat, en la que predominan las pequeñas y medianas empresas, el CES-CV considera que las Administraciones públicas deben favorecer su actividad y adoptar las medidas necesarias para acceder a la financiación. El desarrollo de estas empresas tiene una importante repercusión sobre la generación de riqueza y empleo y una positiva incidencia sobre el consumo, tan necesario de reactivar en estos momentos». «Existe un alto grado de dispersión en nuestro tejido productivo», añade.