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Incluir picante en la dieta previene los tumores intestinales

EDURNE MARTÍNEZ

Sábado, 2 de agosto 2014, 00:55

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Varios estudios habían apuntado a los beneficios de incluir el picante en la dieta para prevenir diferentes tipos de cáncer, ya que está comprobado que mexicanos o indios, donde el uso de esta especia es básica en el día a día de la población, sufren menos enfermedades oncológicas. Ahora un informe realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de San Diego (California) explica que incluir la capsaicina -el principal compuesto de las guindillas- en las comidas activa un receptor de células que recubren el intestino y reducen el riesgo de tumores de colon.

El estudio, publicado en la revista 'Journal of Clinical Investigation', señala que este receptor de potencial transitorio V1 o TRPV1 se encuentra en las neuronas sensoriales, donde actúa como un centinela para percibir el calor, la acidez y los productos químicos picantes que hay en el medio ambiente. «Todos estos estímulos son potencialmente nocivos para las células», explica el autor principal del estudio, Eyal Raz.

Además, en este caso los investigadores descubrieron que TPRV1 también está en las células epiteliales de los intestinos, donde se activa por receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR). Como las mutaciones que afectan a la expresión o actividad del EGFR pueden provocar cáncer, los científicos demostraron que es un motor «básico» para la proliferación celular en el intestino, cuyo revestimiento epitelial se reemplaza aproximadamente cada cuatro o cinco días. «Se requiere un nivel mínimo de actividad de EGFR para mantener la rotación normal de las células en el intestino, pero si la señalización de EGFR no tiene restricciones, aumenta el riesgo de desarrollar un tumor», destaca otro de los autores del estudio, Petrus Jong.

Así, los científicos demostraron que cuando el EGFR activa el TRPV1, comienza un proceso que reduce el riesgo de aparición de células no deseadas y el desarrollo de tumor intestinal. «Los resultados muestran que el epitelio TRPV1 funciona como un supresor de los tumores del intestino», revela Jong.

Además, los estudios moleculares de las muestras de cáncer de colon observaron múltiples mutaciones en el gen TRPV1, aunque Raz señaló que en la actualidad «no hay evidencia directa» de que la deficiencia de TRPV1 sea un factor de riesgo para el cáncer de colon en humanos, lo que analizarán «en futuros estudios clínicos».

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