Secciones
Servicios
Destacamos
CARLOS GARSÁN
Viernes, 25 de julio 2014, 00:34
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, cerró ayer su ciclo de tres citas para debatir la reforma universitaria. Primero fueron los Consejos Sociales, que mostraron su «insatisfacción» con una propuesta que, dicen, avanza «poco» en el sistema de gobierno de los campus. Después llegó el turno de los rectores, que demandaron más tiempo para estudiar los borradores, siendo el plazo máximo para presentar alegaciones el 15 de septiembre. Y por último, las comunidades autónomas.
El director general de Universidades, Estudios Superiores y Ciencia de la Generalitat, Felipe Palau, fue la representación autonómica en la Conferencia General de Política Universitaria, celebrada ayer en la sede ministerial en Madrid. A pesar de las muchas novedades, como unas universidades más especializadas, fue el paso a los grados de tres años y dos de máster (3+2) lo que centró las tres horas de debate. Mientras la mayoría de autonomías se mostraron favorables a esta medida, que se implantaría de forma voluntaria según cada centro, Asturias y el País Vasco presentaron «discrepancias de fondo», afirmó Wert.
«Fue un clarísimo error la implantación del sistema 4+1. En general todas las comunidades estamos de acuerdo, es una reforma muy valiente y puede ser una oportunidad para el sistema, si somos capaces de ponernos de acuerdo y crear un proyecto homogéneo», contó a este diario Felipe Palau tras su reunión con el ministro de Educación. De esta forma, el director de Universidades espera reunirse con los rectores para trabajar en una postura común de cara a septiembre, tras apuntar a un problema de implantación por la sucesión de cambios en la normativa. «La comunidad universitaria está cansada. Acabamos de implantar un sistema y se ha hecho mucho esfuerzo. Hay que buscar la forma de que sea progresivo y, sobre todo, que veamos el futuro con Europa», donde impera el sistema de grado en tres cursos. Así, Palau aboga por un consenso entre las universidades valencianas con el fin de crear una «identidad propia» y alaba una reforma que, dice, apuesta por la «libertad y la autonomía» de los centros.
Confuso sistema
Por su parte, las instituciones universitarias apuntan a la confusión que generaría en alumnos y centros la existencia simultánea de tres sistemas diferentes, cuando todavía quedan algunas generaciones 'pre-Bolonia' por finalizar sus estudios. Precisamente este nuevo cambio llegaría cuando todavía se desconocen los resultados del actual, por lo que afirman que sería aventurado reestructurar un sistema que todavía está en fase de implantación.
Uno de los puntos más controvertidos de la reforma es la convivencia de los grados de tres años y dos de máster y aquellos de cuatro años y uno de máster, cuya aplicación será determinada analizando cada uno de los estudios y bajo el criterio de cada centro. Esto generaría situaciones como que la misma titulación dure tres años (180 créditos) en una facultad y cuatro (240 créditos) en otra, incluso tratándose de centros de la misma comunidad autónoma. Representantes de diferentes universidades españolas advierten de que esta situación podría generar un clima de «competencia» entre las mismas ya que, a menor número de créditos, menos tasas.
Pero ésta es solo la punta del iceberg. Todavía está por decidir si los mismos grados, siendo uno de tres años y otro de cuatro, tendrían la misma consideración académica. Y es que, constando cada curso con 60 créditos, aumentar la cifra anual en aquellas titulaciones de tres años para igualarse al sistema 4+1 iría en contra del marco normativo impuesto por el Espacio Europeo de Educación Superior.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La hora que separó a una madre y su hijo de morir juntos en Palencia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.