Cuatro formas para financiarse una pyme sin acudir a la banca

La financiación sigue siendo uno de los principales problemas a los que se enfrentan los empresarios aunque, según se explicó en una jornada realizada en Cierval con la organización de KPMG, existen hasta cuatro nuevas formas de lograr dinero sin recurrir a las entidades financieras. Con estos mecanismos se quiere evitar la excesiva bancarización que existe en España.

Jose Mari Olano, director del área de legal de KPMG abogados en la Comunitat Valenciana, recuerda que la aportación de capital propio en un inicio y la búsqueda de socios capitalistas son mecanismos habituales pero asegura que la legislación ha abierto cuatro nuevas formas de esquivar a la banca para llevar a cabo los proyectos empresariales.

La alternativa más accesible para las pequeñas empresas es la denominada crowfunding, nombre oficial de las plataformas de financiación participativas. Se trata de páginas web que ponen en contacto a empresarios o proyectos con minifinanciadores que, como máximo, pueden aportar 3.000 euros cada uno. "La idea es que si un emprendedor de Benidorm tiene un proyecto de turismo puedan invertir por internet, 500 euros por ejemplo, valencianos, españoles y hasta el británico que veranea allí", explica Olano.

El sistema consiste en que el empresario expondrá la necesidad de dinero (con un máximo de un millón de euros) y el plazo en el que lo necesita así como la rentabilidad que ofrece en una duración determinada. "Por ejemplo, un 10% a un año", explican desde KPMG. La plataforma cobrará una comisión y una multitud de inversores pondrá pequeñas cantidades. "Deben saber que es una plataforma de riesgo", advierte KPMG. Este sistema está diseñado de forma que no pueda existir nunca un inversor mayoritario ya que nadie podrá destinar más de 12.000 euros al año en el conjunto de todas las inversiones que realice en una plataforma. Estos vehículos inversores estarán sometidos al control de la CNMV y el Banco de España.

El siguiente paso de financiación extrafinanciera, después de capital propio, socio inversor y plataforma de financiación participativa, es el capital riesgo. Olano recordó que se está ultimando una legislación específica para los fondos de capital riesgo de pymes en el que quedarán vetadas las empresas que coticen en Bolsa y tenga más de 250 empleados o más de 50 millones de euros de facturación. Otro de los límites, puestos para garantizar la diversificación de las inversiones, es que ningún fondo podrá invertir más del 40% de su capital en una pyme o grupo empresarial.

Las últimas dos fórmulas para lograr financiación sin pasar por los bancos están reservadas para las medianas empresas. El director del área legal de KPMG en la Comunitat Valenciana recuerda también la posiblidad del MAB (Mercado Alternativa Bursátil) para el que matizó que está indicado "para las empresas que buscan crecer, internacionalizarse".

La última alternativa, que es muy poco utilizada por las pymes, es la emisión de obligaciones. Se está modificando la legislación para que no sólo las sociedades anónimas puedan recurrir a este sistema que consiste en emitir una especie de pagarés con plazo en el que se abona el capital prestado más los intereses.